COLOMBIA
Con la misma regularidad con que sale el sol cada día, cientos de ballenas jorobadas llegan puntualmente al Pacífico colombiano cada año en julio, huyendo del frío del invierno cerca del Polo Sur y ávidas de agua caliente.
Estas aguas tropicales de Colombia permiten a las hembras dar a luz, alimentarse y enseñar a sus crías a respirar, mientras que los machos aprovechan un entorno inigualable para cortejar a las hembras y continuar la especie.
Bahía Solano, Nuquí, Parque Nacional Natural Gorgona y Bahía Málaga (en Buenaventura) cuentan con la mejor infraestructura para los viajeros atraídos por este espectáculo memorable.
No es una exageración afirmar que la presencia de estos enormes mamíferos es uno de los espectáculos más bellos y alucinantes de la naturaleza, así como una confirmación de su sabiduría y orden.
En este caso, el orden es evidente en la llegada simultánea en el mes de julio de los primeros cetáceos al final de un largo viaje.
Gracias a una temperatura de 25º C en el Océano Pacífico de las costas colombianas, es posible que estos colosales mamíferos honren al país con su llegada, presencia y estancia de casi cuatro meses.
Las ballenas recorren aproximadamente 8,500 km para quedarse hasta octubre y convertir varios paraísos naturales colombianos en las mejores plataformas para observar este fenómeno.
A pesar del enorme tamaño de las ballenas y su proximidad a playas poco profundas, el avistamiento de las mismas es una actividad segura, siempre que se mantenga una distancia adecuada. Esto es especialmente cierto cuando se les observa desde embarcaciones, donde los espectadores encuentran difícil contener su entusiasmo y suelen lanzarse a ver la única y estable relación entre madres y sus crías que comienza al nacer y termina un año después, cuando los terneros son destetados. Las costas colombianas son los principales lugares de este hermoso regalo de la fauna marina.
Imágenes:
Las ballenas jóvenes miden cerca de cuatro metros de longitud y pueden pesar hasta una tonelada y media. Las ballenas alcanzan la madurez sexual entre los tres y seis años de edad.
Las ballenas adultas miden entre dieciocho y treinta metros de longitud y pueden alcanzar hasta cuarenta toneladas en el caso de los machos. En condiciones naturales, las ballenas pueden vivir hasta los sesenta años.
El ecólogo César Isaza, que nunca falta a su cita con las ballenas, las describe en los siguientes términos:
…Durante su continuo movimiento de un lugar a otro, las ballenas deslumbran con las impresionantes escenas que ofrecen. Cuando salen del agua para respirar, emiten a través de su espiráculo un chorro de vapor de hasta siete metros, que puede verse desde varios kilómetros de distancia. Justo antes de sumergirse, arquean su espalda como si estuvieran en cámara lenta hasta exhibir la enorme y esbelta cola que luego esconden en el agua. Con frecuencia, los cetáceos adoptan una posición horizontal y sacuden una de sus aletas pectorales, golpeando la superficie del agua, como si saludaran desde la distancia.
Según investigaciones, entre el 10 y el 15% de los nacimientos de ballenas en el océano Pacífico sureste ocurren en la Bahía Málaga, no muy lejos de Buenaventura.